Corzo salvador

Apareció como una luz de esperanza en el área, se contagió de esa "quimba" que todo jugador de Alianza Lima tiene como sello y de fuerte zapatazo Aldo Corzo introdujo el balón en el pórtico de Erick Delgado.

¡Sí, anotó el empate! A celebrar. Pero ¿se debe celebrar el haber perdido dos puntos de local frene a un equipo que lo único que hizo fue defenderse?. Yo creo que no. Alianza Lima, con toda su categoría, con su gente, con Paolo de La Haza y con todo lo que quieran, tenía la obligación de ganar. Pero no lo pudo hacer. Al frente tuvo a un equipo chico con jugadores de equipo grande. De repente por eso es que los de Chiclayo supieron hacer un partido inteligente. Les llegó el gol con una genialidad del ex-compadre Mayer Candelo y nada más. Fue lo único que mostró el Aurich. Un gol y a defenderse.

Ante esto, Alianza se desesperó. El gol no llegaba. ¿Los delanteros? Bien gracias, hueveando por el área. ¿Los volantes? Ahi, atacando desordenados y sin ninguna idea clara. Tuvo que llegar un defensa de 19 años que con desorden decidió jugársela. Moisela la cruzó desde la izquierda y aquél lateral de 19 años dejó en ridículo a "Machito" Gómez con una jugada impensada. Encaró, la acomodó para su izquierda y lo clavó a Delgado. Ahí respiraron todos. Se fueron los fantasmas y Costas apretó su rosario. No hubo triunfo, pero sí un punto que ayudará a disfrazar una discreta actuación.

Resumen del partido

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