La vieja canción que el Comando Svr no se cansa de cantar me retumba otra vez los oídos. El “Corazón para ganar”. El no me rindo pese a que esté jugando horrible de los jugadores y el nerviosismo come uñas de Gustavo Costas. El empate de Aianza. El empate agónico y con corazón. Con corazón para empatar
Alianza Lima se había resignado. Resignación ante un Cristal que en vez de romperse la estaba rompiendo. Y es que los del Rimac estaban consiguiendo un triunfazo ante un grande y jugando bien. Alucina que el que metió el gol fue Maestri. Ese ex-jugador tan repudiado por la hinchada celeste les estaba dando el triunfo. Un callate la boca a la hinchada y a los que creemos que ya debe colgar los chimpunes. Pero ganaba, y bien.
Pero como Cristal este año no puede contra los grandes tenía que cumplir el libreto. Perder o empatar. Y optó por lo segundo. Esa falta de concentración o quizá el poco peso de la celeste ante una blanquiazul o una crema hicieron que el destino sea otra vez así de cruel. Tú no ganas. Pase de Montaño y gol del defensa Fleitas.
Se acabó el partido y los celestes con la cabeza bien abajo, como en la tabla.
Los goles
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