sábado, 17 de octubre de 2009

Maremoto



Volvió por su gente. Por los que llenaron el estadio pese al frío chalaco. Porque esa hinchada se lo merecía. Porque fueron esas miles de personas que empujaron al equipo. Esa Juventud Rosada que a ritmo de salsa le pondrá alegría al campeonato de primera. Boys volvió y el Callao está de fiesta.

Una fiesta tan democrática que hasta un confeso hincha de Alianza llora de alegría. Waldir Saenz, gran artífice de esta vuelta, se quebró. No pudo contener la inmesa alegría de subir con el equipo de su viejo. Se puso la rosada y entre lágrimas se lo dedicaba a él. A ese canoso señor que le regaló al fútbol peruano un goleador.



Y es que cuando juega el Boys todos estamos invitad
os a esa fiesta. Es un equipo querido por todos. Un equipo humilde, con historia y tradicional de nuestro fútbol. Si en la calle preguntabas quién querías que suba, la respuesta era unánime: el Boys. Y es que este equipo se hace querer. Es algo así como el Muni, que lamentablemente se nos fue.


La fiesta continúa y ojalá que esa alegría chalaca se traslade el próximo año a primera. Que no solo llenen un estadio cuando se estan jugando una copa. Que acompañen al equipo siempre y no lo dejen solo, ya que la 12 juega. Y esa 12 del Callao cuando se lo propone, mete. Depende de su hinchada. Quédense tranquilos hinchas rosados, que en la cancha esa camiseta transmite y genera compromiso. Jugadores hay, ojalá que hinchas también.


Los goles



La celebración
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2 comentarios:

El Braca dijo...

Es verdad, motivo de alegría la vuelta del Boys... me alegraré más cuando vuelva el BUEN FUTBOL al Perú.
Saludos.

Esteban dL dijo...

TyC sports? los putos de El Aguante??? noo que joda