jueves, 29 de octubre de 2009

Trinchera Muerte



Una vida menos y un asesino más suelto por las calles de Lima. Una manifestación más de la ola de violencia que vive Lima. Una señal que el problema de las barras bravas sigue latente y que las autoridades recién esperan a que se pierda una vida para ponerse las pilas.

Esta vez no fue una pelea entre barras. No fue un barrista muerto y quizá por eso la repercusión de la noticia. Esta vez fue una chica inocente. 25 años, contadora y con todo un futuro por delante. Tuvo la mala suerte de subirse a un micro en el que minutos después la iban a "acompañar" un grupo de delincuentes vestidos de crema. Como es de costumbre, los barristas hicieron parar el micro a la fuerza, subieron y e hicieron de las suyas. Con el floro de ir a alentar a la U aprovecharon para empujar y agredir a todo aquel que se cruzara en su camino. Ellos habían subido al micro y se sentían dueños de este. Pero María Vargas Ortiz no aguantó. Protestó y le dijo al chofer que pare, que ella se bajaba. Insistió y el chofer paró. Al estar a punto de bajarse, sintió caer. Era su asesino. Este, sin ningún reparo la había empujado contra la pista. Su frágil cabeza hacía contacto con la pista y la sangre inundaba toda su cara. De cara, boca abajo, yacía el cuerpo de María. Ya había perdido la consciencia. El asesino, el chofer y todos los presentes en el micro avanzaron. Ni se inmutaron. Pero María seguía tirada en plena Av. Javier Prado. Ya a las 9 de la noche del día siguiente había dejado de existir. La inocente joven que subió al micro equivocado no estaba más. ¿Y el asesino? Seguramente en su ignorancia estaba feliz. Siguió saltado y alentando dentro del micro. Es más, su alegría habría sido mayor, ya que su equipo ganó. Él feliz y ella muerta. Con tal, para él la vida no vale nada. Mató. No pasó nada. Le llegó al pincho todo.


Hasta hoy no se sabe nada del asesino. Hay testigos, hay videos, hay repercusión, pero no hay resultados. El asesino no aparece y hasta que no lo haga, María, esté donde esté, seguirá sufriendo. Un sufrimiento injustificado, pero real en el Perú. Aquí cada vez la vida vale menos.

Reportaje de Enemigos Intimos

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5 comentarios:

El Braca dijo...

Julgo, me dio muchisimo gusto leer tu articulo, ya que los medios deportivos no dicen nada... al menos nosotros los blogueros, verdad?. Ya escribi un par de articulos sobre este lamentable tema... ya se que no es mucho lo que podemos lograr, pero no importa, el silencio es inaceptable.
Saludos.

El Julgo Peruano dijo...

Exacto. Como que todos los medios deportivos no quisieran tocar este tema. Parece que hay muchos intereses de por medio y por eso optan por, como tu dices, ese inaceptable silencio.

Si tanto dicen que el fútbol es algo más que un deporte e implica aspectos sociales, ¿por qué no le dan ni siquiera dos páginas de cobertura?



Saludos.

Esteban dL dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

oe Esteban tienes cara de ser un de esos reputos!!!! jajajjaja

Anónimo dijo...

el anonimo este negro de mierda indio del culo que opina??? seguro por ser anonimo es uno de esos barras putos que no dan la cara...