Un diamante al tacho

Julio César, aquel moreno que tiene pinta de salsero antiguo, que ostenta alhajas de oro, que viste ternos impecables y que es poseedor de una gran labia, hoy ya no tiene trabajo. Atrás quedaron los dimes y diretes con la prensa y la directiva de Cienciano. Que me voy, que me quedo, que todo lo inventó la prensa, que yo no dije nada. Pura huevadas de Julio César. Él sabía bien que su relación con Juvenal Silva se había ido a la mierda hace rato. Y ayer se escribió el punto final de esta pequeña novela ambientada en la ciudad imperial. La directiva decidió cortar por lo sano y le dijeron chau a Uribe. Su reemplazante es un conocido nuestro: Marcelo Trobiani. El argentino, que venía de dirigir al Cobreloa chileno, pisará suelo peruano el viernes y con su llegada se iniciará otro proceso en Cusco. Ya no más alineaciones inexplicables, ya no más al hijo del técnico en el equipo, ya no más soberbia en las declaraciones, ya no más floro barato, ya no más Uribe.

Por ahora no sabemos que hará Uribe ahora que no tiene trabajo. Muchos dicen que podría irse al Bolognesi, otros dicen que podría volver a CMD, en fin, puras expeculaciones. Lo que es cierto es que Uribe se fue de Cienciano. Si tuvo un buen o mal paso por Cienciano, ustedes dirán. Yo creo que cumplió una campaña mediocre. La casa ya no se respetaba, y eso para los cusqueños , era casi un pecado. Así que su salida era lo más lógico. Técnico caro y que no ganaba de local en Cusco no servía. Así que chau Uribe. ¿Pa' bravo tu?... yo te cantaría otra salsa: "Todo tiene su final... nada dura para siempre"

Reportaje a Julio Cesar Uribe y su notable imitación: Jeta Jeta Uribe

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