Otra vez él. Otro partido en el que 'Ñol' le da la victoria a la U. Solano demostró ayer que no sólo se pasea en nuestro alicaído julgo local, sino que su categoría resalta aún en partidos altamente competitivos como el de ayer con San Lorenzo. Simplemente, ayer la rompió.
San Lorenzo llegaba como favorito. Con uno de los mejores planteles de Argentina, con un técnico de primer nivel y con el cartel de favorito. Pitazo inicial y parecía que aquél favoritismo se había quedado en el bus que lo trajo hasta Ate. Los 11 cremas con aquél jugador número 12 de la tribuna, se metieron de lleno al partido. Ataques por derecha con M. Torres, velocidad con Calheira, seguridad con R. Torres y obviamente, claridad y buen toque con Solano. La U trataba de atacar siempre bajos los pies de Solano, pero no de manera obsesiva, de manera inteligente. Solano mandaba el pase cuando era necesario. Ya en una primera jugada avisó. Pase de media cancha a Calheira, este le gana las espaldas pero el defensa logra quitar. Seguían los ataques. Se sumaban Espinoza, Torres, Alva, hasta Galliquio. ¿Desesperación?. No, ambición. A los 19 minutos Solano sacó a relucir la magia que lleva en los pies y mandó un pase largo desde propia cancha a Calheira, éste la paró, corrió, corrió y al piso: penal y roja para Botinelli. Tener a Solano frente a los penales es tener un gol asegurado. Dicho y hecho, patea Ñol, manotea Orión y gol. Comienza la fiesta. Abrazos, gritos eufóricos y ese jugador número 12 que nunca deja de alentar. Se le estaba ganando a San Lorenzo, a un grande de Argentina y jugando bien. Siguió el primer tiempo y seguían los ataques. Un tiro al palo de Espinoza, M. Torres con centros peligrosos, etcétera. Podían venir el segundo pero no llegó nunca. Fin del primer tiempo.
En el complemento la historia fue diferente. Quizás por cansancio o porque Russo había cumplido su amenaza de ‘sellar’ a Solano, Ñol no fue el mismo. San Lorenzo aprovechó entonces para desprender una serie de ataques con la misma obsesión por el gol con la que el cuadro crema había iniciado el encuentro. Por eso Reynoso empezó a cuidarse. Hizo ingresar a Perillo para tener un mayor volumen ofensivo y luego lo retiró lesionado para que Enio Novoa contuviera los avances gauchos. Para entonces había ingresado Johan Vásquez, quien generó uno de los dos ataques cremas que pudieron haber culminado en gol. Su centro fue mal cabeceado por Miguel Torres y un defensa rival la salvó en la línea.El segundo ataque tenía que ser de Ñol, quien tras una pared con Calheira lanzó un disparo que fue atajado por Orión.
La U terminó en angustia, pero nadie quita que después de tanto nervio, el triunfo se disfruta más. Se ganó al favorito del grupo. Se ganó de local, que es lo más importante. El 10 de marzo vuelve la Libertadores a Ate. Esta vez el rival será San Luis de Potosí y sin duda, con un 'Ñol' inspirado y una hinchada como la de la U, es muy probable que los 3 puntos se queden otra vez en Ate.
Jugada del penal y el gol
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