¡T(U) PAPÁ!

Y siguen siendo los hijos. Otra vez Alianza Lima no pudo ganarle en casa a Universitario. El último triunfo íntimo de local se dio el 20 de agosto del 2006 cuando ganaron por 1-0. Desde esa fecha, todas las veces que Universitario pisó el estadio de La Victoria se llevó una copa (es común que en cada clásico algunas instituciones regalen copas) y hoy no fue la excepción. Ayer esta racha negativa para los aliancistas se alargó más. Perdió por la mínima diferencia ante un Universitario que supo aprovechar bien la pelota parada para conseguir el único gol.

Antes de que comience el partido Universitario ya estaba ganando. Juan Reynoso, del que más se habló durante la previa, podía dirigir desde la banca. La dirigencia crema apeló y la expulsión a Reynoso no se hizo efectiva: primer punto a favor. Comenzó el partido y los espacios en la cancha abundaban. Era un partido de ida y vuelta. Montaño y Solano se encargaron de repartir los pases: los delanteros se encargaron de fallar frente al arco. Un ejemplo de esto fue que tras un pase de taquito de Montaño, Wilmer Aguirre desaprovechó la situación y sólo frente al arco pateó a las manos del arquero. Pero si Alianza fallaba, la U también. Labarthe jugó de espaldas al arco y Calheira… ni hablar. No hizo ni una jugada buena. Parecía un defensa más de Alianza. Decepcionó con creces. Así se iban al descanso. Con algunas ocasiones para los dos, con varios goles fallados, muchas ganas y dependiendo de las genialidades de Montaño y Solano para cada equipo.

Para el segundo tiempo Reynoso se dio cuenta que algo en su equipo andaba mal. No había que saber mucho de fútbol para darse cuenta que la delantera crema estaba en nada. Entonces salió Labarthe y entró el tan querido por la tribuna: Orejuela. Con su inclusión la U ganó más profundidad, pero mucho tampoco cambiaron las cosas. Calheira siguió jugando para Alianza y la U no concretaba ningún ataque. Esto se repitió durante todo el segundo tiempo, incluso después del gol. Tanto fue el desorden que el gol tuvo que llegar de pelota parada. Minuto 51, Solano se para frente a la pelota, manda el centro y Galliquio marca su tercer gol en su vida. Cabezazo al suelo y adentro. Tan mal habrá marcado Alianza que Galliquio no tuvo ni siquiera que saltar. Movió la cabeza, le dio a la pelota y Libman no iba a llegar nunca: estaba mal parado. Así se siguieron repitiendo las imágenes del clásico. Universitario que no concretaba sus llegadas de contragolpe y Alianza que atacaba hasta con 3 delanteros. Hubo un par de “oles” y se acabó el clásico. Universitario volvió a ganar en Matute y se puso en el segundo lugar de la tabla atrás del Aurich.

¿Cuándo volverá Alianza a ganarle a la U en su cancha? Por ahora los hinchas blanquiazules tendrán que esperar. Tendrán que aguantar ser la burla en el trabajo el día de hoy, ver todos los diarios pintados de crema y lo único que les queda es esperar el otro clásico para darle vuelta a la historia. Está de más decirlo que los hinchas cremas podrán sentirse más papás que nunca y cantar como ayer “y ya lo ven, y ya lo ven, somos locales otra vez”.

Resumen del partido


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